U-2 Dragon Lady

El U-2 es una aeronave de reconocimiento y vigilancia de gran altitud y largo alcance que se originó en la era de la Guerra Fría. Recopila datos estratégicos en tiempo real, día y noche, en todas las condiciones meteorológicas, y puede desplegarse en todo el mundo. Desarrollado en menos de un año en los talleres secretos "Skunk Works" de Lockheed, su existencia no se reveló hasta 4 años después de su entrada en servicio, cuando un U-2 fue derribado sobre territorio soviético el 1 de mayo de 1960.

Para permitirle volar a grandes altitudes, el diseño del U-2 es muy singular, con alas largas y un fuselaje esbelto, lo que le da la apariencia de un planeador. Su pilotaje es particularmente delicado debido a las muy bajas presiones experimentadas a gran altitud, así como durante la fase de aterrizaje. En los primeros modelos U-2A y U-2C, la velocidad de pérdida y la velocidad máxima eran extremadamente cercanas: el 90% del tiempo de vuelo se pasaba a solo 5 nudos por encima de la velocidad de pérdida. El piloto está equipado con un traje presurizado, que proporciona oxígeno líquido y los protege en caso de despresurización de la cabina. Los múltiples sensores del U-2 permiten la recopilación simultánea de emisiones de señales, imágenes fotográficas, infrarrojas, electro-ópticas y de radar, así como otros tipos de datos (atmosféricos, topográficos, etc.).

Varias versiones del U-2, apodado "Dragon Lady", se desarrollaron después del U-2A. La más significativa es el U-2R, que realizó su primer vuelo en 1967: tiene mayores dimensiones e incorpora un motor más potente. En 1979, después de una interrupción de la producción de 12 años, se diseñó el TR-1, optimizado para la vigilancia de Europa del Este. Se construyeron un total de 35 unidades, incluyendo 4 aeronaves de entrenamiento biplaza. La Fuerza Aérea de EE. UU. planea mantener el U-2 en servicio hasta 2020.