La Armada del Ecuador es una fuerza marítima compacta y equilibrada, centrada principalmente en la salvaguarda de los intereses marítimos de la nación, que incluyen 2.237 km de costa y las estratégicamente importantes Islas Galápagos. Su estrategia marítima gira en torno a la vigilancia y protección de sus aguas territoriales y Zona Económica Exclusiva (ZEE), con misiones clave que incluyen la lucha contra el narcotráfico, operaciones antipiratería y la aplicación de la ley de pesca. Las capacidades operativas de la armada están orientadas a la defensa costera, el control marítimo limitado y las operaciones de seguridad marítima, en lugar de una proyección de poder significativa en aguas oceánicas.
Los principales combatientes de la flota de superficie consisten en dos fragatas clase *Condell* y una flotilla de seis corbetas clase *Esmeraldas*. Si bien las fragatas, adquiridas de Chile, proporcionan algunas capacidades de guerra antisubmarina y antisuperficie, las corbetas de fabricación italiana forman la columna vertebral de la fuerza de superficie, equipadas con misiles antibuque y superficie-aire. Estas se complementan con varias lanchas rápidas de ataque y un contingente mayor de buques patrulleros operados por la Guardia Costera, lo cual es esencial para misiones de soberanía y aplicación de la ley en la vasta ZEE.
Un elemento clave de la capacidad naval de Ecuador es su fuerza de submarinos, compuesta por dos submarinos Tipo 209/1300, el BAE *Shyri* y el BAE *Huancavilca*. Estas plataformas proporcionan una ventaja asimétrica significativa, capaces de vigilancia submarina, recopilación de inteligencia y negación de área defensiva. Reconociendo su valor estratégico, ambos submarinos se sometieron a importantes programas de modernización y reacondicionamiento en astilleros chilenos para extender su vida útil y mejorar sus sistemas de combate.
Ecuador posee una modesta capacidad nacional de construcción y mantenimiento naval, centrada en el astillero estatal, ASTINAVE. Esta instalación ha sido crucial para el reacondicionamiento de buques existentes, incluidas las corbetas clase *Esmeraldas*, y ha emprendido la construcción de buques patrulleros y buques auxiliares. Un proyecto reciente notable es la construcción de un nuevo buque multipropósito, que mejorará las capacidades logísticas y de apoyo de la armada. El brazo de Aviación Naval proporciona capacidades limitadas de patrulla y vigilancia marítima con una combinación de aeronaves de ala fija y helicópteros, recientemente aumentada por vehículos aéreos no tripulados (VANT) para mejorar la vigilancia costera. El Cuerpo de Infantería de Marina, con 1.700 efectivos, está organizado para la defensa costera y operaciones especiales, pero tiene una capacidad limitada de asalto anfibio.