Fuerzas militares de Bélgica 🇧🇪

Las fuerzas armadas de Bélgica, aunque de tamaño modesto, son una fuerza moderna y profesional que está experimentando una transformación significativa para mejorar su papel dentro de la OTAN y la Unión Europea. Su postura estratégica se define por su profunda integración en los marcos de defensa colectiva y su posición como un centro logístico clave en Europa. El gobierno belga está abordando activamente la subinversión histórica a través de un plan estratégico, aunque persisten desafíos en las capacidades y el gasto.

Estructura de la Fuerza y Capacidades

Las Fuerzas Armadas belgas se componen de cuatro componentes principales: Terrestre, Aéreo, Naval y Médico. Un quinto componente, el Mando Cibernético, se estableció en 2022 para abordar las amenazas de seguridad contemporáneas. A partir de 2024, el personal activo total asciende a aproximadamente 26.105, con esfuerzos en marcha para revertir un declive previo en el número de efectivos mediante campañas de reclutamiento.

La modernización se guía por el plan STAR (Seguridad y Servicio, Tecnología, Ambición, Resiliencia), que dirige las inversiones hacia la mejora del equipo y el aumento de la preparación operativa. Las adquisiciones clave incluyen los aviones de combate F-35A Lightning II, que están reemplazando la envejecida flota de F-16, drones MQ-9B SkyGuardian para vigilancia, y aviones de transporte A400M operados conjuntamente con Luxemburgo. El Componente Terrestre también está siendo modernizado, con la introducción de vehículos de combate de infantería Piranha 5. El Componente Naval contribuye a la seguridad marítima internacional, con fragatas participando en misiones en el Mar Rojo y el Estrecho de Ormuz.

Tendencias Estratégicas y Posición Geopolítica

La estrategia de defensa de Bélgica está intrínsecamente ligada a sus compromisos con la OTAN y la UE. El país alberga instituciones clave de ambas organizaciones, lo que hace que su estabilidad sea crucial para la seguridad europea. En respuesta a la creciente asertividad de Rusia, Bélgica ha reforzado sus contribuciones a la defensa colectiva de la OTAN, desplegando tropas en grupos de combate multinacionales en Rumanía y Lituania.

Un desafío estratégico principal sigue siendo el gasto en defensa. Si bien el presupuesto está aumentando, con el objetivo de alcanzar el 1,5% del PIB para 2030, aún no alcanza el objetivo del 2% de la OTAN. Sin embargo, Bélgica sí cumple el objetivo de la alianza de destinar al menos el 20% de los gastos de defensa a nuevo equipo.

La estrategia futura, delineada en el plan STAR y la Estrategia Belga de Defensa, Industria e Investigación (DIRS), enfatiza la interoperabilidad mejorada, las capacidades de doble uso (civil y militar) y el desarrollo de una autonomía estratégica europea. Existe una necesidad reconocida de abordar las brechas de capacidad, particularmente en el apoyo de fuego y los sistemas de defensa aérea del componente terrestre, para cumplir con las expectativas de la OTAN para una brigada motorizada plenamente operativa.