Fuerzas militares de Serbia 🇷🇸

Oficialmente, Serbia se adhiere a una política de neutralidad militar, lo que significa que no se unirá a ninguna alianza político-militar. Sin embargo, esta postura es dinámica, caracterizada por una política exterior y de defensa pragmática y multivectorial que cultiva lazos tanto con la OTAN como con sus socios tradicionales, Rusia y China. Este acto de equilibrio es un elemento central de su estrategia, permitiéndole buscar la integración en la Unión Europea al mismo tiempo que profundiza la cooperación estratégica con las potencias orientales.

Estructura y Capacidades Militares

Las Fuerzas Armadas de Serbia son profesionales, aunque el gobierno ha aprobado la reintroducción del servicio militar obligatorio para mejorar la preparación y ampliar la reserva. El ejército está estructurado en torno a un Estado Mayor General, el Ejército de Tierra y la Fuerza Aérea y Defensa Aérea. El Ejército de Tierra es la rama más grande, compuesta por unidades de infantería, blindadas, artillería e ingeniería, junto con una Flotilla Fluvial especializada que opera en los ríos Danubio y Sava.

En los últimos años, Serbia se ha embarcado en un importante programa de modernización, dejando atrás su equipo heredado de la era yugoslava. Esto implica una estrategia de adquisición de múltiples fuentes. Adquisiciones notables incluyen cazas MiG-29 y sistemas de defensa aérea Pantsir de Rusia, sistemas de defensa aérea FK-3 y drones de combate CH-92A de China, y helicópteros utilitarios H145M de Airbus. También existe un posible acuerdo con Francia para aviones multirol Rafale. Esta diversificación reduce la dependencia de un único proveedor y mejora la interoperabilidad en diferentes contextos. Además, Serbia posee una sólida industria de defensa nacional, que produce vehículos blindados como el Lazar y el obús autopropulsado Nora B-52, que también han tenido éxito en el mercado de exportación.

Tendencias Estratégicas y Perspectivas

La política de defensa de Serbia está fuertemente influenciada por su postura sobre Kosovo, al que considera un desafío de seguridad primordial. Su estrategia de seguridad nacional ha institucionalizado esta posición, enmarcando la independencia de Kosovo como una amenaza y justificando una fuerte postura de defensa. El concepto de "Defensa Total", que implica la movilización de toda la sociedad y sus recursos para la seguridad nacional, ha sido adoptado en respuesta a la neutralidad militar del país y las amenazas percibidas.

Regionalmente, Serbia se erige como una potencia militar significativa en los Balcanes Occidentales. Su modernización en curso y el aumento del gasto en defensa están creando una brecha de capacidades con sus vecinos inmediatos.

La orientación estratégica de Serbia sigue siendo objeto de debate. Si bien coopera con la OTAN a través del programa Asociación para la Paz, sus profundos lazos militares, económicos y políticos con Rusia y China son significativos. Esto ha llevado a algunos analistas a considerar su neutralidad proclamada como una fachada para una alineación más profunda con Oriente.