El Componente Naval Belga es una fuerza marítima moderna y altamente especializada, estructurada principalmente para cumplir con sus obligaciones dentro de la alianza de la OTAN y para asegurar los intereses de Bélgica en las concurridas rutas marítimas del Mar del Norte. Su estrategia marítima está profundamente integrada con la OTAN, históricamente centrada en la guerra de minas, una especialización que sigue siendo una piedra angular de sus capacidades. Las responsabilidades operativas de la marina incluyen garantizar la seguridad de las rutas marítimas, proteger infraestructuras marítimas críticas como cables submarinos y parques eólicos, y llevar a cabo la seguridad costera.
Una característica clave de la Marina Belga es su cooperación excepcionalmente estrecha con la Real Marina de los Países Bajos. Esta colaboración es más evidente en la adquisición y operación conjuntas de importantes activos navales. Un programa significativo en curso es el reemplazo de las actuales fragatas clase Karel Doorman por dos nuevas Fragatas de Guerra Antisubmarina (ASWF), un proyecto conjunto con los Países Bajos, con entrega prevista alrededor de 2030. Estas fragatas estarán equipadas con capacidades avanzadas de guerra antisubmarina y de información. También hay discusión política sobre la posible adquisición de una tercera fragata para mejorar aún más las capacidades en línea con los objetivos de la OTAN.
La reconocida experiencia de la marina en contramedidas de minas (MCM) está experimentando un importante salto tecnológico. A través del programa belga-holandés rMCM, se están construyendo seis nuevos buques de contramedidas de minas para Bélgica. Estos buques utilizarán un conjunto de sistemas no tripulados para detectar y neutralizar minas navales, con el objetivo de convertir a Bélgica en un líder mundial en este ámbito. La flota se complementa además con buques de patrulla oceánica para la defensa litoral y helicópteros NH90 capaces de guerra antisubmarina.
Esta modernización refleja una estrategia centrada en capacidades de alto nivel y de nicho dentro de un marco de coalición. El alcance operativo de la Marina Belga está inherentemente ligado a los despliegues de la OTAN, principalmente en el Mar del Norte y el Atlántico. El énfasis en plataformas móviles, desplegables y tecnológicamente avanzadas asegura su relevancia continua y su capacidad para contribuir eficazmente a la defensa colectiva y a las operaciones de seguridad marítima.