🇮🇷 Irán Programa nuclear
Resumen en 2025
Las ambiciones nucleares de Irán se derivan de su búsqueda de disuasión contra amenazas existenciales percibidas —de EE. UU., Israel y adversarios regionales. Oficialmente, Teherán mantiene una prohibición religiosa sobre las armas nucleares y afirma tener objetivos exclusivamente civiles. En realidad, ha incumplido masivamente los límites del JCPOA, enriqueciendo uranio al 60%, muy por encima de los umbrales civiles, y almacenando aproximadamente 900 kg de uranio altamente enriquecido. Tales cantidades producirían suficiente material fisible para aproximadamente cinco bombas en una semana, u ocho en dos semanas.
Infraestructura de Enriquecimiento y Capacidad Técnica
En mayo de 2025, antes de los ataques de EE. UU. e Israel, Irán operaba aproximadamente 18.000 centrifugadoras (IR-1 a IR-6, IR-7, IR-8, IR-9), con una capacidad de enriquecimiento instalada cercana a 64.000 SWU/año. Cabe destacar:
- Natanz: Alberga cascadas de centrifugadoras avanzadas IR-4/IR-6 que enriquecen al 60%.
- Fordow: Instalación enterrada en la montaña equipada con cascadas IR-6, también enriqueciendo cerca del 60%, diseñada para una resiliencia profunda.
- Isfahan: Contiene plantas de conversión de uranio y soporte para el colapso de infraestructura.
La construcción subterránea profunda y las recientes mejoras técnicas señalan un programa de enriquecimiento resiliente y escalable.
Militarización y Cronograma
Con las capacidades actuales, Irán podría producir uranio apto para armas para cinco bombas en aproximadamente una semana, y ocho en menos de dos semanas. Estimaciones de inteligencia de EE. UU. sugieren 9 bombas en tres semanas y hasta 22 en cinco meses si Teherán persigue la militarización, aunque no ha reanudado formalmente tales esfuerzos.
La militarización, es decir, el desarrollo de la ojiva y su acoplamiento con los sistemas de lanzamiento, sigue siendo el mayor desafío técnico de Irán. Las evaluaciones de EE. UU. no registran un desarrollo activo de ojivas, a pesar de las afirmaciones de la inteligencia israelí sobre investigación iniciada. El arsenal de misiles de Irán, incluido su nuevo MRBM Qassem Bassir (alcance de ~1.200 km), refuerza la preparación, pero la integración nuclear no está confirmada.
Ataques de EE. UU. e Israel en junio de 2025
Los ataques aéreos israelíes y estadounidenses en junio de 2025 impactaron Natanz, Fordow y Esfahan, retrasando el enriquecimiento y degradando la infraestructura, pero son supervivientes y reparables. Efecto estratégico neto: la capacidad de Irán está mermada pero intacta. El acceso continuo a materias primas, centrifugadoras, experiencia y la resiliencia subterránea sugieren un retraso, no una destrucción irreversible.
La diplomacia se encuentra en un limbo intensivo: las recientes conversaciones indirectas entre EE. UU. e Irán colapsaron después de los ataques. Rusia y China probablemente continúan con el apoyo técnico clandestino, desafiando la contención. Con las restricciones del JCPOA programadas para expirar en enero de 2026, el sistema de no proliferación está bajo una tensión creciente.
Perspectiva Estratégica
- Resiliencia y dispersión: Es probable que Irán expanda y fortalezca su infraestructura de centrifugadoras, dispersando las instalaciones geográficamente.
- Punto de inflexión de la militarización: Una vez que se tome una decisión formal, Irán podría generar ojivas en cuestión de semanas o meses; el componente faltante es el diseño de armas y la integración de misiles.
- Espiral de escalada: Nuevos ataques militares podrían provocar represalias iraníes (misiles balísticos, ataques de apoderados, interrupción regional) escalando a un conflicto más amplio.
- Punto muerto diplomático: Sin negociaciones aplicables que vinculen las limitaciones con las inspecciones y las garantías de seguridad, las respuestas cinéticas corren el riesgo de convertirse en la opción predeterminada, un ciclo indefinido que carece de una resolución estable.