T-90

El T-90 remonta su linaje a una iniciativa de la era soviética para desarrollar un sucesor, diseñado para reemplazar al T-72 y, eventualmente, a otros carros de combate principales soviéticos. La plataforma del T-72 fue elegida como su base debido a su rentabilidad y simplicidad. La Oficina de Diseño Kartsev-Venediktov desarrolló el Objeto 188, un T-72B mejorado, que fue seleccionado sobre el más avanzado Objeto 187. Tras las pruebas de 1989, el Objeto 188 (inicialmente T-72BM) fue adoptado en 1991, entrando en servicio ruso como el T-90 en 1992. La producción inicial fue modesta para pedidos nacionales, pero se reanudó con el T-90A mejorado en 2004, seguido por el T-90M, cuyas entregas comenzaron en 2020.

El T-90 es un carro de combate principal de tercera generación equipado con un cañón principal de ánima lisa de 125 mm alimentado por un autocargador, lo que permite una tripulación de tres personas. Este armamento es capaz de disparar varios tipos de munición, incluyendo proyectiles perforantes de sabot desechable estabilizados por aletas, proyectiles antitanque de alto explosivo, proyectiles de fragmentación y misiles guiados antitanque de guiado por haz láser, efectivos tanto contra objetivos blindados como contra helicópteros de bajo vuelo. El armamento secundario incluye ametralladoras pesadas y coaxiales operadas a distancia. El carro integra un sofisticado sistema de control de tiro que, en modelos posteriores, incluye miras térmicas avanzadas para capacidades de combate mejoradas de día y de noche. Las medidas defensivas son multicapa, comprendiendo una mezcla de blindaje de acero y compuesto, complementado por blindaje reactivo explosivo como el Kontakt-5 o el más avanzado Relikt en variantes más nuevas. El sistema de protección activa Shtora, diseñado para interferir los sistemas de guiado de misiles y ocultar el carro con humo, también es una característica, aunque no está universalmente instalado en todos los modelos de exportación. La potencia motriz es proporcionada por una serie de motores diésel mejorados, y la variante T-90M introduce una torreta significativamente modernizada, un cañón principal mejorado, un motor más potente, sistemas de puntería multicanal mejorados y capacidades de intercambio de datos en tiempo real.

El T-90 entró en servicio con el ejército ruso en 1992 y desde entonces ha sido adoptado por varias naciones, siendo la India un cliente de exportación destacado que opera y produce bajo licencia el T-90S Bhishma, con modificaciones a medida y programas de mejora continuos que incluyen sistemas de puntería avanzados y una próxima variante Mark III. Argelia, Azerbaiyán, Irak y Vietnam se encuentran entre otros usuarios notables. El T-90 ha visto un combate considerable, comenzando con un presunto despliegue durante la Guerra de Daguestán de 1999. Posteriormente fue utilizado por fuerzas rusas y sirias en la Guerra Civil Siria, donde su blindaje reactivo demostró resistencia contra ciertos misiles antitanque. Los tanques T-90S azerbaiyanos participaron en la Segunda Guerra de Nagorno-Karabaj, sufriendo algunas pérdidas. El carro ha sido ampliamente desplegado por las fuerzas rusas durante la invasión a gran escala de Ucrania desde 2022, con las variantes T-90A y la avanzada T-90M en acción. Se han documentado pérdidas significativas, atribuidas a diversas armas antitanque, lo que plantea interrogantes sobre su supervivencia en el campo de batalla bajo las condiciones de combate modernas, y algunas unidades capturadas han sido reutilizadas por las fuerzas ucranianas o enviadas para evaluación extranjera.

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