La Armada de Israel es una rama de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) encargada de operaciones marítimas y defensa costera. Aunque es relativamente pequeña en comparación con las fuerzas terrestres y aéreas de Israel, la armada desempeña un papel crucial en la seguridad de la costa de Israel y la salvaguarda de sus intereses marítimos. Su principal área de operación es el mar Mediterráneo, pero las actividades secundarias se extienden al mar Rojo.
La flota de la armada incluye varios tipos de buques, siendo las corbetas clase Sa'ar 5 algunas de las naves de superficie más fuertemente armadas. Estas se complementan con lanchas misileras clase Sa'ar 4.5 equipadas con misiles antibuque que cumplen múltiples funciones de combate. Además, la Armada de Israel opera submarinos clase Dolphin, que no solo son capaces de desplegar torpedos, sino que también están potencialmente armados con misiles de crucero, lo que proporciona una capacidad de segundo ataque.
En cuanto a roles y responsabilidades, la armada se centra en varias áreas clave. La defensa costera es una prioridad, dada la costa relativamente corta de Israel de 273 km. La armada también está diseñada para la proyección de fuerza, con la capacidad de atacar activos e infraestructura enemigos desde el mar. La guerra antisubmarina es otro aspecto vital, que implica la detección y neutralización de submarinos enemigos. Además, la armada también participa en misiones de búsqueda y rescate, entre otras funciones marítimas como las operaciones antipiratería.
Tecnológicamente, la Armada de Israel mantiene una ventaja competitiva. La importante inversión de Israel en innovación tecnológica permite que sus buques estén equipados con radar avanzado, sistemas de comunicación de última generación y capacidades de guerra electrónica. Esta destreza tecnológica compensa las limitaciones impuestas por el tamaño relativamente pequeño de la flota y permite operaciones efectivas contra adversarios más numerosos.
Sin embargo, la armada enfrenta varios desafíos, incluidas las tensiones geopolíticas. Opera en aguas geopolíticamente tensas, compartiendo el mar Mediterráneo con países con los que Israel tiene relaciones complicadas. Otro desafío es su tamaño; el número limitado de buques y personal activos afecta la capacidad de la armada para proyectar poder a largas distancias. A pesar de estos desafíos, la Armada de Israel sigue siendo una fuerza tecnológicamente avanzada y altamente operativa, especializada en acciones rápidas y decisivas en lugar de enfrentamientos navales prolongados.