Real Fuerza Aérea de Malasia

La Real Fuerza Aérea de Malasia (RMAF) está estructurada como una fuerza relativamente pequeña pero profesional, responsable de defender el espacio aéreo y los intereses marítimos de Malasia. Opera una mezcla diversa de aeronaves de fabricación estadounidense, europea y rusa, resultado de decisiones históricas de adquisición influenciadas por factores geopolíticos y el deseo de evitar una dependencia excesiva de un único proveedor. Esta complejidad logística presenta desafíos de sostenimiento. La RMAF está organizada en escuadrones de operaciones aéreas y un regimiento de defensa terrestre, que incluye la unidad de fuerzas especiales PASKAU para operaciones aire-tierra especializadas.

Operacionalmente, las capacidades de la RMAF se centran en la defensa aérea, la vigilancia marítima y el apoyo de transporte aéreo para las otras ramas de las Fuerzas Armadas de Malasia. La fuerza tiene experiencia participando en ejercicios conjuntos y combinados, como los realizados bajo los Acuerdos de Defensa de las Cinco Potencias (FPDA), lo que mejora la interoperabilidad con los socios regionales. Sin embargo, una parte significativa de su inventario de aeronaves está envejeciendo, enfrentando problemas de sostenimiento exacerbados por el clima tropical, lo que puede afectar la integridad estructural y la preparación operativa. La doctrina estratégica de la RMAF parece centrarse en salvaguardar la soberanía nacional, con un énfasis creciente en la conciencia del dominio marítimo dadas las extensas costas del país y el contexto geopolítico.

Para abordar las brechas de capacidad y la obsolescencia de equipos, la RMAF está implementando un estructurado "Plan de Capacidades 2025" (CAP55) que describe programas de adquisición. Estos incluyen la adquisición de Aviones Ligeros de Combate (LCA) para reemplazar modelos más antiguos, Aviones de Patrulla Marítima (MPA) y Sistemas Aéreos No Tripulados de Media Altitud y Larga Resistencia (MALE) para mejorar las capacidades de vigilancia. Los planes también implican la modernización de su red de defensa aérea con nuevos sistemas de radar de largo y medio alcance.